El cromo 308 (Vida y Color)

EL DESVÁN / Rafael Castillejo
Publicado en el suplemento "Artes & Letras" de Heraldo de Aragón


          Han pasado casi 60 años desde su aparición y todavía se recuerda el gran éxito editorial que supuso la serie de cromos coleccionables «VIDA y COLOR».

            Durante décadas, al igual que los tebeos, los cromos o estampas constituyeron uno de los principales entretenimientos para los más jóvenes de la casa.  Estos cromos podían conseguirse mediante la compra de sobres que  contenían dos o más unidades, o bien, consumiendo alguna marca concreta de chocolate la cual solía regalarlos, de uno en uno, con la compra de cada tableta. Dichos cromos aparecían  entre la envoltura externa y el papel de aluminio, o “papel de plata”, como solíamos llamarlo, que envolvía directamente el chocololate.

            También hubo casos como el del excelente «Álbum de Sellos de Ahorro Infantil», editado en 1942 por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, que se mantuvo activo durante varios años como herramienta para el estímulo ahorrador de los titulares de las libretas infantiles.  O los álbumes publicados por la Tómbola Diocesana de Caridad (Zaragoza) entre los años 1958 y 1961 que, con gran acierto, convirtió en bonitos y útiles cromos los boletos que no resultaban premiados.  Naturalmente, casos parecidos llegaron a darse en cualquier región de España, lo cual confirma el interés que los cromos llegaron a tener en aquella época.

            Una de las claves del éxito alcanzado por «VIDA y COLOR» se debió a una gran campaña publicitaria consistente en la presentación de aquella serie por todo el país, durante la primavera de 1965, colegio a colegio, en la cual los agentes comerciales de Editorial Álbumes Españoles (Barcelona) se esforzaban en explicar a niños, padres y maestros la ayuda que aquel lujoso álbum podía suponer en el aprendizaje de la asignatura de Ciencias Naturales.  Otra de las claves bien pudo ser que, en este formato de colecciones especializadas en la fauna, la flora y las razas del mundo, por primera vez se introducía un apartado dedicado a la anatomía del cuerpo humano.

            Fuimos muchos los que, desde que abrimos el primer sobre, estuvimos ansiosos por conseguir el espectacular doble cromo de la página 36, el del esqueleto.  Precisamente, a esa misma página, le correspondía el maquiavélico honor de exponer el número 308, el de la calavera, el “cromo difícil” de la colección,  que rara vez salía en los sobres y había que conseguirlo por medio del intercambio.   Ese mismo cromo inspiraría, años más tarde, a Santiago Tabernero para escribir el guion de una bonita  película que dirigió en 2005 con ese mismo título: «VIDA y COLOR».

Rafael Castillejo - Zaragoza, 16 de mayo de 2019